En los encuentros y trabajos que he tenido con profesionales de la salud y bienestar, he notado que muchos de ellos usan simplemente su nombre sin un logotipo.  Cuando entregaban su tarjeta de presentación o recibías una receta en ella venía impreso el logotipo de la institución educativa en dónde habían estudiado y ya. Contados eran los que habían creado un logotipo con el nombre de su clínica, centro holístico o incluso con su propio nombre.

En mi experiencia, considero que la función principal de un logotipo es diferenciarte de otras personas o empresas que venden lo mismo que tú.

Podríamos decir que el logotipo es como la bandera de tu barco en este mar lleno de competidores. Cuando tu bandera es vista, tus clientes y prospectos comienzan a crear una relación contigo. Es por esto que su uso correcto es muy importante.

Cuando inicias un negocio, en lo primero que piensas es en el nombre y luego ponerle un logotipo. Ahí es donde los emprendedores cometemos algunos errores, pues para ahorrar nos acercamos a alguien se sabe dibujar o que usa algún programa de diseño. En el extremo podríamos diseñarlo nosotros mismos en aplicaciones de uso común como Canva.

Aquí nos enfrentamos a situaciones donde el emprendedor tiene apego y gusto por ciertas figuras o colores que quiere plasmar en el logotipo cuando no es lo mejor ya que este diseño NO ES PARA ÉL, sino para su cliente.

Voy a poner un caso extremo:  pensemos en una empresa de maquinaria pesada donde la dueña del negocio le gustan los gatos y su color favorito es el turquesa. Ella insiste en aplicar estos dos objetos a su diseño y muy probablemente el resultado no sea el más adecuado sobre todo si el diseñador no la asesora y guía correctamente.

Pero ¿cómo vas a invertir en un logotipo carísimos si vas empezando?

Las marcas van evolucionando y muy probablemente ahora tengas que iniciar con un logo muy sencillo, incluso uno creado a base de material de stock. No se trata de copiarlo, se trata de inspirarte y darle tu propio toque de la mano del diseñador. Más adelante, cuando vayas creciendo y evolucionando tu logotipo probablemente también lo haga; incluso he visto empresas que cambian hasta de nombre porque en el momento en que nacieron eligieron uno que ya no les funciona.

El logotipo por lo general se acompaña de un manual de uso de la marca donde encontrarás la guía de uso correcto de colores, tipografía, acomodos, así como la papelería y aplicaciones básicas.

Si necesitas un logotipo para tu proyecto, te invito que te informes antes de tomar una decisión y para esto te ofrezco una asesoría online para que tomes las mejores decisiones, ya sea que trabajes conmigo o decidas optar por otro profesional.  El precio base es de $1,500 mxn por un logotipo básico, hasta una imagen corporativa que se cotiza de acuerdo a tus necesidades.

Platicar no cuesta, lanzarte sin platicar eso sí puede ser muy costoso.